Mucho se ha escrito en estas últimas semanas sobre los 3 árbitros que dirigieron la Final de la Copa de Baloncesto, entre el R. Madrid y el FC Barcelona. Finalmente se impuso éste último por 1 punto de diferencia en un encuentro con un final de partido trepidante.
Los principales medios deportivos españoles resumían el partido en una decisión, casi la última que los árbitros tomaron. Consideraron falta un tapón legal de uno de jugadores del conjunto blanco. Y lo hicieron después de ver las imágenes disponibles en el VAR, que en baloncesto se llama Instant Replay, llegando incluso a publicar algunos medios la conversación que los árbitros mantuvieron mientras analizaban en la pantalla la susodicha jugada.
Tanto revuelo se ha armado (obviando otras mal arbitradas que igualmente se produjeron, perjudicando esta vez al FC Barcelona) que el R Madrid se está planteando dejar la liga ACB. Ha exigido asimismo una sanción ejemplar a estos árbitros (desde entonces no han dirigido más partidos ACB) y que no vuelvan a arbitrar al R Madrid nunca más. Tanto la ACB como la Asociación de Árbitros han emitido un comunicado en el que admiten los graves errores arbitrales, reconociendo el alto nivel técnico de los árbitros españoles y recordando algo obvio: Que son humanos, y por lo tanto están sujetos a cometerlos.
¿Quiénes arbitraron?
Los 3 árbitros designados contaban con muchísima experiencia. Miguel Ángel Pérez Pérez y Benjamín Jiménez Trujillo, junto con el que fue el árbitro principal del encuentro, Juan Carlos García González. Todos árbitros FIBA.
Juan Carlos García, uno de los mejores árbitros del mundo en la actualidad. 22 años arbitrando en la ACB, a voz de pronto más de 400 partidos ACB de experiencia e internacional desde 2003. Entre su dilatada experiencia internacional, la medalla de bronce en el Mundial de España 2014, y la final de los JJOO de Río 2016. Un verdadero árbitro TOP, miembro por méritos propios de la élite Mundial.
Pues bien, este árbitro, esta persona, comunicó ayer que deja el arbitraje FIBA, y desvincula la decisión a la reciente polémica por dicha final. Ciertamente resulta curiosa la coincidencia, y en todo caso, fuere que como fuere, se convierte en una triste retirada para quien ha sido una leyenda del arbitraje de baloncesto.
Y eso no me gusta, ya que una persona con esa trayectoria, que dejó su propia profesión para dedicarse al arbitraje, no se merece despedirse de su carrera internacional por la puerta de atrás. Sabemos que el único patrimonio del árbitro es el acierto, ahora bien, ¿puede el error llegar a empañar, a condicionar, una carrera que había sido brillante? Al parecer sí, y de que manera.
Toda esta situación me lleva a una pregunta. ¿cómo podemos minimizar los errores arbitrales durante los partidos?
Los errores (que no el error)
Nadie duda de la grandísima calidad del triplete arbitral, y polémicas de medios a parte, todos los que somos, o hemos sido, árbitros sabemos lo mal que lo pasamos cuando somos conscientes que hemos cometido un error, máxime cuando éste ha decantado el partido. Ese sentimiento puede llegar a ser devastador, ya que se ha quebrado nuestro principal objetivo cuando vamos a dirigir un partido: No se ha hecho justicia. El partido no se ha desarrollado siguiendo las reglas del juego, y no se ha interferido lo menos posible en el mismo.
No tengo el placer de conocer a Juan Carlos García, ni a Miguel Ángel Pérez, ni a Benjamín Jiménez. No necesito conocerlos para poder empatizar con ellos. Además del linchamiento mediático, que no ha sido poco, tienen que añadir a sus hombros otro, que yo considero mucho más devastador, el propio. El de nuestro diálogo interno, nuestro Pepito Grillo particular, que nos dice, repite e insiste en que no has sido capaz de impartir justicia, que no has hecho bien, por lo tanto, tu trabajo (y ese trabajo además es tu pasión en la inmensa mayoría de casos).
Los graves errores (siguiendo el comunicado ofrecido por la Asociación de árbitros) se produjeron al final del partido, en los últimos minutos de la prórroga. Haciendo memoria, mis propios errores importantes en partidos trascendentales también se produjeron en los últimos minutos de dichos partidos. Es por ello, deduzco, que se da un patrón común. Todos sabemos la importancia de los últimos minutos de un gran partido, que todas las decisiones se convierten en trascendentales y aún así, en esos momentos, los cometemos.
Conclusiones
Mi conclusión por lo tanto es que en esos minutos finales no es que baje nuestro nivel de concentración, eso no tendría sentido, sabemos que eso puede suceder. Lo que sí aumenta es nuestro cansancio, tanto físico como mental.
- Al estar cansados nos llega menos oxígeno al cerebro, puesto que el oxígeno se necesita para mantener activos los otros músculos del cuerpo. Eso hace que nuestra toma de decisiones disminuya en porcentaje de aciertos.
- Además, el estar cansados físicamente puede hacer que lleguemos tarde a jugadas, tengamos por ende peor ángulo de visión, y más errores en potencia.
- También se da la casuística de que en los últimos minutos de un partido igualado los equipos se dejan llevar más por la emoción, haciendo que toda decisión, por pequeña que parezca, sea en esos momentos trascendental.
¿Qué podemos hacer?
La solución a todo esto no es otra que mejorar nuestra condición física.
Citando a Pier Luigi Collina (chairman del Comité de árbitros de la FIFA) “muchas veces el cansancio puede llevar a los árbitros a tomar decisiones erróneas. Cuando estás cansado es mas fácil que te equivoques. Por ello el entrenamiento ayuda a estar lúcido. No se trata de correr más que nadie, sino de llegar lúcido y fresco en los finales de los partidos”.
Ese debe ser por consiguiente uno de nuestros principales focos si queremos que nuestra precisión en la toma de decisiones no se vea mermada en esos instantes trascendentales, mejorar nuestra condición física y mental.
Una buena idea sería tomar las pulsaciones que tenemos en un partido, y a partir de ellas simular situaciones de toma de decisiones (haciendo ejercicios mentales de los que hay gratuitos en internet) o de gimnasia ocular. Yo de un tiempo a esta parte vengo trabajando con EyeGym en un programa que trabaja varios aspectos visuales y de toma de decisiones, y tengo que reconocer que me ha ayudado bastante, nuestra toma de decisiones se hace en un 90 % a través de nuestros ojos, por lo que cuanto más preparados los tengamos, mejor nos irá.
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